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Los errores más frecuentes en el gimnasio y cómo solucionarlos

  • Foto del escritor: Formación Avanzada Europea
    Formación Avanzada Europea
  • hace 7 días
  • 3 Min. de lectura

Ir al gimnasio es una excelente decisión para mejorar tu salud, ganar fuerza, reducir el estrés y sentirte mejor contigo mismo. Pero hay algo que muchos no te cuentan al empezar: es muy fácil cometer errores que pueden frenar tu progreso… o incluso lesionarte.


En este artículo, repasamos los errores más comunes que se cometen en el gimnasio y, lo más importante, cómo corregirlos de forma práctica. Si estás empezando o llevas tiempo entrenando, esto te va a ayudar a maximizar tus resultados y mantenerte libre de lesiones.



1. Entrenar sin un plan


Uno de los errores más frecuentes es llegar al gimnasio sin saber exactamente qué hacer. Esto lleva a entrenar por intuición, repetir los mismos ejercicios o improvisar según la máquina libre.


Cómo solucionarlo:


Sigue una rutina estructurada adaptada a tu nivel, tus objetivos y tu tiempo disponible.


Evalúa tu progreso cada 4-6 semanas y haz ajustes.


Si no sabes por dónde empezar, busca ayuda de un entrenador personal o utiliza apps de entrenamiento con estructura.


2. Descuidar la técnica


Quizá el error más peligroso. Una mala ejecución no solo reduce la efectividad del ejercicio, sino que puede provocar lesiones (especialmente en espalda, hombros y rodillas).


Cómo solucionarlo:


Reduce el peso y enfócate en dominar la técnica.


Grábate o mírate en el espejo para identificar fallos.


Aprende los patrones básicos correctamente: sentadillas, peso muerto, press de banca, etc.


Pide feedback a un entrenador o compañero experimentado.


3. No calentar (ni estirar después)


Llegar y empezar a levantar peso directamente es como arrancar un coche sin dejar que se caliente. Saltarse el calentamiento puede limitar el rendimiento y aumentar el riesgo de lesión.


Cómo solucionarlo:


Realiza 5-10 minutos de cardio suave (bicicleta, caminadora, remo).


Haz una serie de movilidad articular y ejercicios de activación (por ejemplo, bandas elásticas para glúteos o hombros).


Al terminar, incluye estiramientos suaves o una rutina de movilidad/flexibilidad.


4. Entrenar solo lo que se ve en el espejo


Es tentador enfocarse en pecho, bíceps y abdominales… pero olvidarse de la espalda, piernas y glúteos es un gran error.


Cómo solucionarlo:


Sigue una rutina equilibrada, que trabaje tanto la parte anterior como posterior del cuerpo.


Recuerda: las piernas y la espalda construyen fuerza funcional.


Entrenar el “core” no es solo hacer abdominales: incluye planchas, bird-dogs y trabajo antirotacional.


5. Obsesionarse con el peso en vez de con la progresión


Muchos caen en la trampa de subir peso cada semana sin controlar la forma. Esto puede estancar tu progreso o llevarte directo a una lesión.


Cómo solucionarlo:


Prioriza la calidad del movimiento.


Aumenta el peso solo si puedes mantener la forma perfecta.


Progresar también es mejorar repeticiones, control, descanso entre series o incluso técnica.


6. No descansar lo suficiente


El progreso no ocurre en el gimnasio, sino durante el descanso. Dormir mal, entrenar todos los días sin recuperación o saltarse días de descanso puede generar fatiga crónica y estancamiento.


Cómo solucionarlo:


Duerme mínimo 7-8 horas por noche.


Programa días de descanso o entrenamiento activo.


Escucha a tu cuerpo: si estás muy cansado, es mejor descansar o hacer una sesión más suave.


7. No llevar un seguimiento del progreso


Entrenar sin registrar tus avances es como cocinar sin medir los ingredientes: te arriesgas a repetir errores o quedarte en el mismo nivel por semanas.


Cómo solucionarlo:


Usa una libreta, app o Excel para registrar pesos, repeticiones y cómo te sentiste.


Hazte fotos cada 4-6 semanas para ver progresos que no siempre se reflejan en la balanza.


Evalúa y ajusta: si no avanzas, cambia el estímulo.


8. Compararte constantemente con los demás


Este error mental es más común de lo que parece. Compararte con quien lleva años entrenando puede desmotivarte o hacerte correr riesgos para “alcanzar” a otros.


Cómo solucionarlo:


Enfócate en tu progreso personal.


Recuerda que todos empezamos en algún punto, y cada cuerpo responde distinto.


Usa la comparación como inspiración, no como presión.


Conclusión


Errores comunes en el gimnasio:


  • Ir sin un plan

  • Ejecutar mal los ejercicios

  • No calentar ni estirar

  • Solo entrenar lo “visible”

  • Subir peso sin control

  • Descuidar el descanso

  • No llevar seguimiento

  • Compararte con otros

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