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¿Qué debe incluir un menú escolar saludable?

  • Foto del escritor: Formación Avanzada Europea
    Formación Avanzada Europea
  • 3 jun
  • 3 Min. de lectura

Un menú escolar saludable es mucho más que una lista de platos. Es una herramienta clave para garantizar el desarrollo físico y mental de los niños, prevenir enfermedades a largo plazo y fomentar hábitos alimentarios positivos desde la infancia. Pero, ¿qué significa realmente que un menú escolar sea saludable? ¿Qué alimentos debe contener y cuáles debería evitar?


En este artículo explicamos los elementos fundamentales que debe incluir un menú escolar equilibrado, basándonos en las recomendaciones de organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la FAO y guías nacionales de nutrición infantil.


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1. Principios básicos de un menú saludable


Un menú escolar debe cumplir con varios principios clave:


Ser equilibrado, es decir, contener todos los grupos de alimentos en proporciones adecuadas.


Ser variado, incorporando diferentes preparaciones y alimentos a lo largo de la semana.


Estar adaptado a la edad del niño o niña, cubriendo sus necesidades nutricionales según su etapa de crecimiento.


Ser culturalmente pertinente, considerando los hábitos, ingredientes y preparaciones locales.


Ser seguro, lo que implica el uso de alimentos inocuos y buenas prácticas de higiene.


Ser atractivo visualmente y en sabor, para que los estudiantes lo acepten y disfruten.


2. Componentes esenciales del menú escolar


Frutas y verduras: Deben incluirse al menos dos porciones al día. Son fuentes clave de vitaminas, minerales y fibra. Ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir enfermedades crónicas. Se pueden servir como ensaladas, en guisos, como postre o en jugos naturales sin azúcar.


Cereales integrales y tubérculos: Son la principal fuente de energía, especialmente importante en edades escolares. Es preferible optar por cereales integrales, como arroz integral, avena, pan integral o quinoa, en lugar de harinas refinadas. También se incluyen alimentos como papa, yuca o camote.


Proteínas de calidad: Las proteínas son esenciales para el crecimiento y el desarrollo. Deben provenir de fuentes variadas, incluyendo carne magra (pollo, pescado), huevos y proteínas vegetales como lentejas, frijoles y garbanzos. Se recomienda evitar carnes procesadas como salchichas, embutidos y productos enlatados.


Lácteos bajos en grasa: Los lácteos aportan calcio y otros nutrientes necesarios para el desarrollo óseo. Es preferible utilizar leche descremada, yogur natural sin azúcar y quesos bajos en grasa, en porciones moderadas. Se deben evitar postres lácteos industriales y yogures azucarados.


Grasas saludables: Las grasas no deben eliminarse por completo, sino consumirse en forma saludable y en cantidades adecuadas. Se recomienda el uso de aceites vegetales como el de oliva o girasol, y alimentos como aguacate y frutos secos naturales. Deben evitarse las frituras frecuentes, las margarinas y los alimentos con grasas trans.


3. ¿Qué debe evitar un menú escolar?


Un menú escolar saludable debe evitar de forma regular:


Bebidas azucaradas o jugos industriales.


Postres ultraprocesados, como galletas, chocolates o productos de pastelería industrial.


Alimentos procesados como snacks salados, comidas rápidas y embutidos.


Exceso de sal, azúcar y grasas saturadas.


Este tipo de alimentos son pobres en nutrientes y pueden contribuir al sobrepeso, obesidad infantil, diabetes tipo 2 e incluso problemas de conducta relacionados con la mala alimentación.


4. Distribución semanal orientativa


Aunque cada plato importa, lo más importante es la calidad nutricional del conjunto de comidas a lo largo de la semana. Un menú semanal saludable debe incluir:


De tres a cinco platos con legumbres y vegetales cocidos.


Al menos tres tipos diferentes de frutas a lo largo de la semana.


Un mínimo de dos días con pescado, preferiblemente no frito.


Una proporción razonable de cereales integrales frente a refinados.


Un día vegetariano (sin carnes), si es posible, con proteínas vegetales bien combinadas.


5. El rol de la escuela y la comunidad


Garantizar una alimentación escolar adecuada no es tarea solo del personal de cocina. Es un esfuerzo colectivo que involucra a toda la comunidad educativa:


Las escuelas deben planificar los menús con la asesoría de nutricionistas y asegurar la infraestructura adecuada para una preparación segura y digna.


El personal docente puede reforzar los contenidos sobre alimentación saludable dentro del currículo.


Las familias deben complementar la alimentación escolar con hábitos saludables en casa.


Los gobiernos locales y organismos de control tienen el deber de fiscalizar la calidad de los menús, el estado de las cocinas y el uso de los recursos públicos.


Conclusión


Un menú escolar saludable no solo alimenta, sino que educa. Forma parte de un proceso integral de cuidado y enseñanza que puede dejar huella para toda la vida. Por eso, la alimentación escolar no debe tratarse como un simple servicio logístico, sino como una inversión social en el presente y futuro de los niños y niñas.


Si queremos combatir la malnutrición, mejorar el rendimiento escolar y sembrar hábitos saludables en las próximas generaciones, empezar por el comedor escolar es una decisión poderosa.

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