La historia del masaje: de la medicina china al spa moderno
- Formación Avanzada Europea
- 8 jul
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El masaje es una de las formas más antiguas de cuidado del cuerpo humano. A través de las culturas y los siglos, esta práctica ha evolucionado desde ser un método de curación en la medicina tradicional hasta convertirse en una experiencia de bienestar integral que hoy podemos disfrutar en spas de lujo y centros terapéuticos. Pero ¿cómo fue este viaje desde los templos del antiguo Oriente hasta las salas con música relajante y aromas suaves del mundo contemporáneo? En este artículo, recorreremos los hitos clave de la historia del masaje.

Los orígenes milenarios: China e India
Las primeras evidencias documentadas del masaje provienen de Asia, donde formaba parte de sistemas médicos holísticos que entendían el cuerpo y la mente como un todo interconectado.
Medicina tradicional china
En China, el masaje es parte integral de la Medicina Tradicional China (MTC). La técnica más antigua conocida es el Tui Na, que aparece mencionada en el libro “Huangdi Neijing” (El Clásico Interno del Emperador Amarillo), escrito entre los siglos III y I a.C. Tui Na, que significa literalmente "empujar y agarrar", se basa en los principios del equilibrio del Qi (energía vital) y el desbloqueo de los meridianos energéticos del cuerpo. El masaje no solo era una técnica física, sino también una forma de armonizar cuerpo, mente y entorno.
Ayurveda y el masaje en la India
En la India, el masaje aparece como una parte fundamental del Ayurveda, un sistema de medicina tradicional con más de 3.000 años de antigüedad. El Abhyanga, el masaje ayurvédico con aceites calientes, tiene el propósito de equilibrar los doshas (constituciones biológicas) y eliminar toxinas del cuerpo. A diferencia del masaje chino, el enfoque ayurvédico es profundamente ritualista y considera el masaje como una práctica diaria, casi espiritual.
Egipto y Mesopotamia
También en el antiguo Egipto se han hallado jeroglíficos y murales (como los de la tumba de Ptahhotep, 2500 a.C.) donde se representan técnicas de manipulación corporal, incluyendo lo que parecen ser masajes de pies y manos. En Mesopotamia, los aceites aromáticos ya se usaban como parte del cuidado corporal.
Grecia y Roma: el masaje como parte del entrenamiento físico
Los griegos incorporaron el masaje dentro del entrenamiento atlético y militar. Hipócrates, el padre de la medicina occidental, recomendaba el "frotamiento" para aliviar el dolor articular y muscular. Definió el masaje como parte del tratamiento médico, incluyendo fricciones suaves o fuertes según el problema físico.
Más tarde, en la Roma imperial, el masaje se convirtió en parte de la cultura del ocio. Los ciudadanos acudían a las termas públicas no solo a bañarse, sino también a recibir masajes con aceites aromáticos después del baño caliente. Aquí, el masaje empieza a verse también como un lujo y un placer social.
La Edad Media: el olvido en Occidente y la persistencia en Oriente
En la Europa medieval, la práctica del masaje y otras formas de medicina física cayeron en desuso debido a la influencia religiosa que veía el cuerpo y el placer físico con sospecha. El cuidado del cuerpo quedó relegado a los monasterios y a algunos médicos árabes que conservaron los saberes clásicos.
Mientras tanto, en Asia el masaje continuó desarrollándose. En Japón, por ejemplo, el masaje Anma, derivado del Tui Na chino, evolucionó durante el siglo XIII y fue la base de lo que más tarde conoceríamos como Shiatsu.
Renacimiento y Edad Moderna: el redescubrimiento del cuerpo
Con el Renacimiento renace el interés por el cuerpo humano como objeto de estudio y admiración. La anatomía, la fisiología y las prácticas corporales vuelven a ocupar un lugar en la ciencia médica.
En el siglo XIX, el sueco Per Henrik Ling, considerado el padre del masaje moderno, desarrolló el método de la “gimnasia sueca”, que combinaba movimientos físicos, ejercicios respiratorios y manipulaciones musculares. De sus métodos derivó el masaje sueco, base de muchas técnicas terapéuticas actuales.
Siglo XX: masajes terapéuticos y expansión global
Durante el siglo XX, el masaje pasó de ser una práctica local a difundirse mundialmente gracias a la globalización cultural y el auge del turismo.
En Europa y América, el masaje se profesionalizó dentro del ámbito de la fisioterapia. Técnicas como el masaje deportivo, el linfático y el masaje miofascial se convirtieron en parte de los protocolos médicos para la recuperación física.
En paralelo, el auge del turismo de bienestar y la búsqueda de experiencias sensoriales hizo que el masaje entrara en los spas y centros de relajación. A partir de los años 80 y 90, la oferta de masajes en hoteles, resorts y balnearios se amplió enormemente.
El masaje en el spa moderno: bienestar y lujo
Hoy en día, el masaje ha dejado de ser exclusivamente terapéutico para formar parte de la industria del bienestar. Los spas modernos ofrecen un amplio abanico de masajes, desde los clásicos relajantes hasta terapias más exóticas como el masaje con piedras calientes, el masaje balinés, el Lomi-Lomi hawaiano o el masaje tailandés.
La diferencia fundamental es el contexto. En un spa, el masaje busca proporcionar una experiencia sensorial completa: luz tenue, música suave, aromas relajantes, temperatura confortable y trato personalizado. El masaje ya no solo se enfoca en el músculo, sino en la experiencia global del cliente.
Innovación: robots y tecnologías emergentes
En la actualidad, la tecnología comienza a fusionarse con el arte del masaje. Robots capaces de aplicar presión uniforme, aplicaciones que guían el automasaje o camillas inteligentes que simulan movimientos manuales son solo algunos ejemplos.
También han surgido plataformas online y cursos virtuales que permiten a cualquier persona aprender técnicas básicas de masaje desde casa. Así, el masaje sigue siendo una disciplina viva, que se adapta a los tiempos y tecnologías.
Conclusión: de ritual de sanación a experiencia de bienestar global
A lo largo de la historia, el masaje ha tenido múltiples formas y significados: ritual espiritual, terapia médica, preparación atlética, práctica de placer o experiencia de lujo. Cada época y cultura lo ha adaptado a sus necesidades y visiones del cuerpo y la salud.
Hoy podemos ver el masaje como un puente entre tradición y modernidad. Desde los principios energéticos del Tui Na y el Ayurveda hasta las manos expertas de un fisioterapeuta o las terapias sensoriales de un spa de cinco estrellas, el masaje continúa siendo una herramienta poderosa para conectar cuerpo, mente y entorno.
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